¿Te ha pasado que no han transcurrido ni dos horas desde que desayunaste y ya tienes hambre de nuevo? ¿Notas que te falta energía en el trabajo? Te dejamos algunos consejos para conseguir desayuno saludable, nutritivo y que además te mantenga saciado/a más tiempo:

1. Disminuye los azúcares simples añadidos

Los azúcares simples están presentes en el pan blanco y otros productos hechos con harinas refinadas como galletas o bollería, embutidos, cereales procesados, zumos y batidos azucarados… Estos alimentos se digieren muy rápido y además pueden provocar picos de azúcar en sangre que te dejan con hambre poco después del desayuno.

2. Prioriza alimentos integrales

Al contrario que las versiones refinadas, los productos integrales se digieren mucho más despacio y no provocan picos de azúcar. Siempre que puedas, elige alimentos enteros y sin procesar. Cuanto menos procesado sea el alimento, más beneficioso será para tu salud

3. Incorpora proteínas saludables

La proteínas tiene un poder saciante elevado. Incluye una porción de proteínas en tu desayuno. Opta por huevos, yogur natural, kéfir, pescados azules, legumbres o carnes magras o fiambres asegurándote de que tengan un alto porcentaje de carne.

4. Incorpora grasas saludables

Las grasas saludables son esenciales para un desayuno saludable. Algunas opciones deliciosas incluyen el aguacate, aceite de oliva virgen extra y frutos secos o semillas.

¿No se te ocurre ninguna idea?

Te damos algunos ejemplos de tostadas para un desayuno saludable que cumplen con estas recomendaciones:

Adoptar estos simples cambios en tu desayuno puede ayudarte a sentirte más saciado y aumentar tu energía a lo largo del día. ¡Prueba estas recomendaciones y cuéntanos cómo te va!

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